Descripción
Árbol que puede alcanzar hasta 40 m, con porte esbelto y tronco recto, aunque en ocasiones se puede encontrar con aspecto retorcido y tortuoso. La corteza de la parte superior del tronco y de las ramas gruesas es muy característica por su color asalmonado y sus finas láminas que se desprenden. Las hojas se disponen en parejas, son aciculares, cortas, de 3 a 7 cm, flexibles y generalmente retorcidas, de un cierto color verde grisáceo o verde azulado.
Las flores masculinas son de color amarillo, excepcionalmente rosadas. Las inflorescencias femeninas, muy pequeñas, tienen aspecto de piña, de color púrpura.
Las piñas se unen a la ramilla por un corto y delgado pedúnculo. Son en general simétricas, o levemente asimétricas porque algunas escamas están un poco más hinchadas, de pequeño tamaño, no más de 6 cm de longitud. Cerradas son puntiagudas, de aspecto cónico y muestran una coloración verdosa. El borde superior de las apófisis en general marca un ángulo o pico, lo que constituye un buen carácter para diferenciarla de la piña de P. nigra, que tiene esta misma arista suavemente curvada.
Distribución
Es natural del norte y centro de Europa y Asia, desde el norte de Siberia hasta la Península Ibérica, en donde encuentra su límite suroccidental. Es el pino de más amplia distribución en el mundo. En la Península, aparece en dos grandes núcleos de población: las montañas pirenaicas y prepirenaicas, y los sistemas Ibérico y Central, mas diversos enclaves aislados de gran interés biogeográfico, como el pinar de Lillo (León) y el de Velilla de Río Carrión (Palencia), únicos enclaves naturales en la Cordillera Cantábrica, o los de la Sierra de Baza y el pico Trevenque (Granada), donde encuentra su límite meridional. No obstante, ha sido plantado en numerosos lugares.
En nuestro país, aunque puede encontrarse ya a 500 m de altitud, las mejores poblaciones se encuentran entre los 1000 y los 2000 m, pero llega a superar esta última cota, por ejemplo, en el valle de Arán (Lleida). Se comporta pues como una especie de montaña, en zonas de sequía estival atenuada o casi inexistente. Tolera muy bien las bajas temperaturas invernales y las nevadas. En su área natural se encuentra con más frecuencia sobre suelos silíceos, pero se dice que es indiferente a la naturaleza del suelo porque vegeta con igual vigor también sobre sustratos calizos.
Observaciones
Su madera es clara, frecuentemente blanquecina, pero también amarillenta. De los pinos españoles es, junto con el pino salgareño, el que proporciona la madera más estimada, sobre todo si procede de las poblaciones de los sistemas Ibérico y Central, especialmente las de los bosques de Valsaín, en Segovia. Se ha empleado para hacer vigas, muebles, parquet, postes, etc. También se utilizó para leña y para hacer teas. Hoy, las buenas piezas se destinan a la fabricación de muebles de calidad, vigas y otras formas laminadas, y las piezas menores, para tableros de partículas, palets y otros elementos menos duraderos. Muchas de las iglesias de la mitad norte están hechas a base de madera de este pino, tanto para los techos, como los retablos y todo el andamiaje que necesitaron. También fue ampliamente utilizada en la construcción de casas y palacios, como en San Lorenzo del Escorial.
Imágenes
Pulsa en las imágenes para verlas a mayor tamaño
Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris

Pinus sylvestris
Pinus sylvestris