Descripción
Árbol de hasta 30 m, aunque lo más frecuente es que no supere los 20. La copa, desde joven, tiende a adoptar una forma globosa. Ya adulto, la fisionomía más típica es la de un árbol con un tronco limpio de ramas desde la base, que se ramifica en la parte superior formando una copa globosa, más ancha que alta, que recuerda la forma de una seta. La corteza de los troncos gruesos tiene grietas longitudinales amplias y largas, y unas placas pardas, más o menos rojizas u obscuras. En las ramas intermedias, de 10 cm o menos de grosor, la corteza es ya lisa y grisácea a pardo-grisácea. Las acículas miden entre (6) 10 y 15 (20) cm, y son flexibles.
Los conos floríferos se producen en primavera. Los masculinos se encuentran reunidos en grupos numerosos, miden aproximadamente de 1 a 1,5 cm de longitud, son amarillos y muy vistosos. Los femeninos, poco evidentes, tienen aspecto de piñas diminutas, de alrededor de 6 mm de longitud y de colores amarillo o púrpura. Después de recibir el polen, se tornan de colores pardos y empiezan su lento desarrollo, que se prolonga a lo largo de tres años, hasta la completa maduración de las piñas.
Estás se unen a la ramilla mediante un pedúnculo corto, prácticamente inapreciable. En la madurez toman colores de verde a pardo-oscuro. Cuando están cerradas tienen forma ovoidea o globosa, de 8 a 12 (15) cm de longitud y de 6 a 10 de ancho, con la cara visible de las escamas (apófisis), de contorno poligonal, entre cóncavas y piramidales, con un ombligo central amplio, pero no saliente ni pinchudo. Cuando se abren, mantienen la forma globosa y se aprecian en la cara superior de las escamas dos cavidades muy marcadas en las que se alojan las semillas (piñones). Las piñas caen enteras al suelo y en seguida comienzan a deshacerse para liberar los piñones. Estos son gruesos, largos (de 1,5 a 2 cm), con cáscara leñosa, generalmente cubierta de un polvillo negruzco, y con un ala muy corta y rápidamente caduca.
Distribución
Se distribuye por el S de Europa y el O de Asia. Aparece en el C, E y S de la Península y en islas Baleares. En el pasado su carácter autóctono fue puesto en entredicho por algunos autores, pero hoy día es incuestionable su naturalidad como lo prueban los restos de piñas, piñones y carbones que se han encontrado en numerosas excavaciones arqueológicas por toda nuestra geografía (Cádiz, Málaga, Granada, Badajoz, Alicante, Valladolid, etc).
Es especie de clima mediterráneo, con veranos prolongados y secos e inviernos de templados a relativamente fríos, como los de Castilla (Segovia, Valladolid, Palencia, Zamora), desde el nivel del mar hasta algo más de 1000 m. Los mayores crecimientos se producen en suelos profundos, sueltos y algo arenosos, pero también puede vivir en los que son algo calizos, e incluso con un poco de yeso.
Observaciones
De este pino se obtienen las semillas - piñones -, que se emplean en pastelería y como frutos secos. Pero no solo son fuente de alimento para la especie humana, sino también para multitud de animales, especialmente aves, roedores y hasta el jabalí. La producción de piñas es vecera - variable según los años - y las cosechas de piñones oscilan notablemente. Algunos piñoneros puede tener producciones extraordinarias, de hasta 3.000 piñas.
Su madera es de buena calidad pero muy resinosa, por lo que es poco atractiva para la industria y la artesanía. De la corteza se obtuvieron taninos para curtir pieles. Esporádicamente, también se ha resinado.
Imágenes
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Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea.

Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea

Pinus pinea

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