Descripción
Árbol caducifolio, con tronco, por lo general, recto y esbelto, y copa densamente foliosa. Corteza lisa y grisácea en los ejemplares jóvenes, se oscurece y se agrieta en los más viejos. Ramillas jóvenes rojizas, con lenticelas amarillentas abultadas. Yemas de color marrón rojizo, pedunculadas. Las ramillas jóvenes y las hojas cuando están brotando tienen un tacto pegajoso, a lo que alude el nombre de “glutinosa”. Hojas, de 4 y 14 cm, alternas, simples, pecioladas, de contorno redondeado, ápice frecuentemente escotado y base anchamente cuneada; en general se aprecia el borde doblemente serrado. Algo pelosas al nacer y lampiñas después. Llevan en su axila unas yemas oblongas y dispuestas sobre un pequeño pedicelo.
Flores pequeñas y poco vistosas, unisexuales, pero las de ambos sexos se encuentran en el mismo árbol. Comienzan su desarrollo muy temprano en el año, incluso en los meses invernales. Las masculinas, se reúnen en inflorescencias alargadas y colgantes de tipo amento, amarillas. Las femeninas, sin perianto, se agrupan en inflorescencias que acaban volviéndose leñosas, con apariencia de pequeñas piñitas de 1,5-2,5 cm de longitud, y éstas a su vez, en grupos de 3 a 5 sobre una ramita común. En su interior maduran los frutos, pequeños, de menos de 3 mm, secos, de tipo aquenio, con una estrecha ala a los lados; es decir, adaptada a la dispersión por el viento. Las inflorescencias abiertas pueden permanecer en el árbol incluso hasta la primavera siguiente.
Distribución
Se distribuye por Europa, Asia y NO de África. Es frecuente en casi toda la Península Ibérica, algo más restringido en el S y en Levante, debido sobre todo al clima más seco en verano. Falta de modo espontáneo en las Baleares. Es especie ligada a suelos húmedos, fondos de valle, riberas de ríos, etc., desde el nivel del mar hasta los 1700 m de altitud. Su típico hábitat ribereño le sitúa casi siempre en suelos de aluvión, generalmente de naturaleza silícea. Tolera muy mal los suelos calizos. En las formaciones de galería se mezcla con álamos, sauces, fresnos y abedules como especies principales, y llega a dominar en algunos tramos de río, constituyendo las llamadas alisedas.
Observaciones
Es una especie con interés desde el punto de vista ecológico. Sus formaciones son eficaces fijadoras y protectoras de las riberas, a la vez que su densa sombra favorece la vida de los peces. Además, sus raíces presentan nódulos en los que viven bacterias fijadoras de nitrógeno. Es decir, el aliso enriquece en dicho elemento, esencial para la vida, los suelos más o menos arenosos y pobres que forman muchas riberas. También constituyen un excelente hábitat ocupado por abundante ornitofauna: oropéndolas, mirlos, papamoscas, pequeñas rapaces nocturnas...
No es muy longeva, rara vez pasa de los 150 años, y su crecimiento es relativamente rápido. La madera que produce es de excelente calidad, de tonos claros con duramen rojizo, muy bonita, fácil de trabajar en ebanistería y duradera, sobre todo en contacto con el agua, por lo que se utiliza para pilotes sumergidos, diques, etc. Por ejemplo, buena parte de los pilares que sostienen las casas de Venecia son de aliso. Se ha utilizado también para leña y carbón vegetal. Este último entra en la fabricación de la pólvora.
Recientemente (2017) se ha descrito del oeste de la Península Ibérica y del norte de África la presencia de poblaciones de ejemplares tetraploides que han sido considerados como una especie independiente y nombrados como Alnus lusitanica. No obstante, mantiene notables semejanzas con la especie que aquí mencionamos
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Alnus glutinosa

Alnus glutinosa

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Alnus glutinosa
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Alnus glutinosa
Alnus glutinosa
Alnus glutinosa

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