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Corylus avellana L.

Avellano, Avellaner (cat.), Urritza (eusk.), Abelaneira (gall.), Aveleira (port.)
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Corylus avellana
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Descripción

Es un arbusto o arbolillo monoico que puede alcanzar los 8 m de altura, pero es frecuente encontrarlo con menor talla. Corteza grisácea, más o menos lisa. Otras ramas menores tienen la corteza pardo-rojiza y con unos pequeños puntos - lenticelas - grisáceos. Las ramillas más finas, sobre todo hacia el extremo, son pubescente-glandulosas. Estípulas prontamente caducas. Hojas simples y alternas. Pecíolo corto y tomentoso. Limbo amplio, de 5 a 10 cm de longitud, redondeado o algo más ancho en la mitad superior, acorazonado y simétrico en la base, a diferencia de Ulmus glabra, y generalmente apiculado. Margen lobulado y aserrado y nervios del envés pelosos.

Florece muy temprano, durante la segunda mitad del invierno, mucho antes de desarrollar las hojas. Las inflorescencias masculinas se han formado en el verano anterior y tienen durante todo el otoño e invierno un aspecto cilíndrico, rígido y muy compacto, y de color verdoso; en el momento de la floración se alargan, se tornan péndulas y flexibles, y de tonos amarillentos. Las femeninas solamente se reconocen por la presencia de un conjunto de estigmas rojizos que emergen entre las escamas, y en conjunto recuerdan a una yema de unos 3-4 mm de longitud.

Los frutos -las avellanas- son secos y duros, de unos de 2 cm de longitud, pardo-rojizos, y maduros a finales del verano. Aparecen solitarios o en grupos de 2 ó 3, junto con una envoltura en la base que tiene los márgenes irregularmente dentados.

Distribución

Su área natural comprende Europa y el oeste de Asia. En la Península habita desde el nivel del mar hasta los 1900 m. Es más abundante en la mitad septentrional, donde aparece muy diversos hábitat: laderas, setos entre prados, vegas, canchales, etc. Disminuye su presencia hacia el sur, donde queda acantonado en situaciones protegidas como pies de cantiles u orillas de arroyos.

Soporta bien los fríos invernales y no tolera la sequía estival. Prefiere los suelos profundos y fértiles, mejor si son calizos pero también se desarrolla en los silíceos.

Observaciones

La madera es de color blanco amarillento, compacta y flexible. Se ha empleado en ebanistería, en marquetería, para hacer cercos de toneles, piezas de carretería, cestos, varas, varillas de radiestesista, para atar los troncos de las almadías, etc. La producción de frutos esta muy relacionada con la insolación que recibe la planta durante el periodo vegetativo, por eso, los ejemplares que vegetan a la sombra de grandes árboles, en barrancos umbrosos o los situados junto a cantiles suelen producir muy poco fruto. Las avellanas son importantes en la alimentación de muchos roedores, del jabalí y hasta de pequeñas aves en invierno.

Imágenes
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Amentos masculinos en etapa de madurez

Corylus avellana

Porte arbustivo (no arbóreo) típico de los avellanos

Corylus avellana

Yema terminal.

Corylus avellana

Amentos masculinos durante el invierno.

Corylus avellana

Estípulas, solo apreciables al comienzo de la primavera, y pubescencia glandular.

Corylus avellana

Amentos masculinos. Se observan flores femeninas en la base de la ramilla.

Corylus avellana

Inflorescencia femenina con estigmas rojizos

Corylus avellana

Pelos glandulares en el peciolo

Corykus avellana

Flores masculinas en amentos colgantes

Corylus avellana

Hoas por el envés (izq.) y el haz (der.)

Corylus avellana

Fruto en proceso de maduración

Corylus avellana

Hojas redondeadas de ápice acuminado y margen aserrado

Corylus avellana

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